- Fomento del juego responsable
- Buena protección del jugador
- Impuestos bajos
- El software es inspeccionado por empresas de confianza
- Protección de los jóvenes
La Isla de Man es una dependencia de la Corona británica situada entre Inglaterra e Irlanda del norte. Su sistema de regulación del juego interactivo la ha convertido en un lugar atractivo para establecer el negocio o jugar a juegos de azar.
Concretamente, la Comisión de Supervisión de los Juegos de Azar de la Isla de Man acata tres principios básicos:
- el sector del juego no debe tener ninguna relación con la criminalidad
- los jóvenes no deben jugar a juegos de azar
- los ganadores deben recibir sus ganancias
Para no violar estos principios, la institución proporciona una serie de servicios desde 1962, entre los cuales hay los operadores de licencias, la resolución de casos problemáticos, las empresas de pruebas y algunos más.
Para solicitar la licencia de la Isla de Man, se debe pagar una tasa de administración de 5.000 £ una vez, 50.000 £ al año para una licencia de Servicios de Red y una de dos cuotas más: 35.000 £ al por año por una licencia completa o 5.000 £ al año por una sublicencia.
Aparte de eso, se tiene que pagar un impuesto por el rendimiento bruto del juego. Dependiendo del importe del rendimiento y del tipo de juego, el impuesto varía del 0,1 % al 15 %.
Para evitar litigios y casos problemáticos, la comisión presta servicios de protección a los jugadores. Por ejemplo, aprueba mecanismos para proteger el dinero de los jugadores, a los que los licenciatarios tienen que adherirse.
El software utilizado por los operadores de juegos de azar es probado por empresas tan fiables como Applus, QALab, iTech Labs y otras.
Como en muchas otras jurisdicciones, en la Isla de Man se aceptan apuestas desde cualquier lugar, excepto las de sus propios residentes.
En general, las autoridades se preocupan por la reputación del sector de los juegos de azar y toman medidas para mantenerla.